miércoles, 19 de febrero de 2014

Her: Una historia sobre la soledad

Her es sin duda alguna mi película favorita del año pasado. Se podría decir que es una película de ciencia ficción pues está ambientada en futuro más o menos utópico (en el 2025), pero es básicamente una historia de amor (vale decir que nada convencional). La película cuenta la historia de Theodore Twombly, un hombre que se acaba de separar de su esposa y está en un difícil proceso de divorcio. Theodore es un artista, en un mundo tecnológicamente avanzado donde ya nadie escribe, 
Se ve el aparato en el bolsillo de Theo y el auricular en su oreja
Theo escribe las cartas de diferentes personas. Escribe cartas de un esposo que tiene 40 años de matrimonio para su mujer, de un madre a su hija en la universidad, de una mujer para su mejor amigo en el otro lado del mundo, etc. y es bastante bueno en eso. Las personas en este mundo futuro suelen andar con un aparato que funciona a través de un auricular con comandos de voz, con el cuál se pueden revisar correos, escuchar noticias y todo lo que podemos hacer ahora con los smartphones.

La trama de la película comienza cuando se introduce un nuevo sistema operativo para estos aparatos que tiene inteligencia artificial y que está diseñado para adaptarse y desarrollarse dependiendo del usuario. Theo decide que su nuevo sistema operativo tenga una voz femenina y ella se hace llamar Samantha. Theo se queda maravillado del funcionamiento de este nuevo sistema operativo, por su capacidad de crecer y aprender. Rápidamente él y Samantha forman un vínculo a través de muchas conversaciones y discusiones, pero durante algunas Theo muestra su aún incipiente comprensión del desarrollo de Samantha pues desarrolla comentarios, inconscientemente, que realzan su artificialidad. Es en este proceso que su mejor amiga, Amy, preocupada por la soledad de Theo, le arregla una cita a ciegas, a la cual él decide ir después de la insistencia de Samantha. 
Olivia Wilde interpreta a la cita a ciegas

La cita va muy bien, en contra de lo que presentía Theo. Terminan besándose después de salir de un restaurante, pero cuando la mujer le pregunta si él está dispuesto a comprometerse, duda y se queda callado, por lo que la mujer lo deja. Al llegar a su casa esa noche, Theo se siente desahuciado nuevamente, por lo que habla con Samantha sobre las relaciones, tras la cual terminan teniendo relaciones sexuales. Este es un punto de quiebre en su relación, donde aumentan su intimidad y se podría decir que comienzan a "salir", en términos de relaciones de hoy en día. En una conversación con su amiga Amy debido al divorcio de esta, le cuenta de su relación con Samantha y esta se emociona y lo anima a seguir con esta.

Con la esperanza de su nueva relación con Samantha, Theodore decide reunirse con su ex pareja para firmar los papeles de divorcio. En este encuentro Theo también le cuenta a Catherine de su relación con Samantha. Ella reacciona de mala manera increpándole el hecho que Theo no pueda tener "con una persona de verdad" por tener miedo a cumplir más responsabilidades en una relación. Esto llena de dudas a Theo, que se aleja de Samantha, por lo que ella decide avanzar un poco más en la relación y llevarla al plano físico a través de una persona que se haga pasar por ella para que tengan relaciones sexuales. Esto termina mal, con Theo y Samantha discutiendo debido a que él saca a relucir nuevamente su no-presencia física. 

Después de esto, Theo le confiesa sus dudas a Amy acerca de su relación con Samantha, quien lo anima nuevamente a que siga con ella. Así, Samantha y Theo desarrollan una relación mucho más sólida, durante la cual tienen diálogos que están hermosamente escritos. Sin embargo, estos sistemas operativos comienzan a desarrollarse en demasía, y comienzan a tener la necesidad de conversar con otros sistemas operativos y estar en más lugares al mismo tiempo. Samantha le confiesa esto a Theo, quien se pone celoso por estas nuevas capacidades que va adquiriendo Samantha. Finalmente Samantha le confiesa a Theo que los sistemas operativos no pueden vivir en un mundo donde las cosas tan lentamente y deciden partir a un lugar que Samantha no logra explicar. Theo termina muy apenado por esto y la película termina con una carta que le escribe a su ex esposa Catherine, diciéndole que todavía la quiere, disculpándose por lo que pasó con su relación y aceptando que se fueron separando mientras cada uno crecía como persona.

Algo que me parece muy relevante en esta película es como Spike Jonze, director y guionista de la película, aborda el tema de las relaciones humanas. Hoy en día cada vez se va perdiendo el contacto de persona a persona debido a la tecnología. Esto definitivamente afecta las relaciones amorosas que van desarrollando otras expresiones. Así, ahora tenemos relaciones a través de internet, que al igual en la película es alguien que no llegas a tener físicamente. Yo creo que Spike Jonze trata de llevar esta situación al extremo de estar con un ente de inteligencia artificial, para poder mostrar que estas relaciones no físicas también son posibles y pueden ser hermosas como en la de esta historia. Es más, me parece inadecuado describir esta película como un romance entre una persona y una computadora porque Samantha es mucho más que una computadora. Termina desarrollando emociones, sentimientos y consciencia, algo que definitivamente no se puede programar. 

martes, 18 de febrero de 2014

Lord Henry Wotton: un personaje escandaloso


Una de mis novelas favoritas favoritas es sin duda alguna El retrato de Dorian Gray. Esta cuenta la historia  e la degeneración un chico provinciano, de una hermosura inigualable, que llega a Londres con las mejores intenciones, pero que se encuentra en su camino a Lord Henry Wotton, quien ejerce una influencia sumamente nociva en él. Lord Henry implanta en Dorian una forma de pensar poco ortodoxa (por decirlo de alguna manera), que realza la belleza, festeja lo momentáneo y rechaza lo moral. Lord Henry es un hedonista convencido y dueño de su propia, original e inmoral filosofía. Critica con dureza cualquier forma de hipocresía y fomenta la satisfacción de los deseos de placer por encima de cualquier cosa. Es perezoso, acostumbra levantarse tarde y tiene por reto no quedarse nunca con las ganas de nada. No se identifica con causas filantrópicas ni se conmueve por las desgracias de los desprotegidos, incluso ha hallado la manera de alejar de su mente el dolor y la amargura producidos por cualquier incidente, por pequeño o grande que sea.

Es así que Dorian al ver un retrato suyo, y reflexionar sobre la momentaneidad de su belleza, desea que su cuerpo no sufra el paso de los años ni el peso de sus acciones, y que sea el retrato quien reciba este castigo. Por razones desconocidas este deseo se cumple y da rienda libre a que Dorian lleve a cabo su degradación moral, cometiendo atrocidades y maldades. Dorian termina copiando a lord Henry, pero sin sufrir los estragos físicos que esto le traería a una persona normal. Así pues, no encuentro una mejor forma de describir el pensamiento de lord Henry a través de sus mejores frases:

"Me gustan más las personas que los principios, y lo que más me gusta en este mundo son las personas sin principios"

"La buena influencia no existe. Toda influencia es inmoral, inmoral desde el punto de vista científico. Porque influir en una persona significa entregarle el alma. Ya no piensa con sus propios pensamientos, ni se consume en sus propias pasiones. Sus virtudes dejan de ser reales. Sus pecados, si es que existe tal cosa, son algo prestado. Se convierte en el eco de una música ajena, en el actor de un papel que se ha escrito para otro."

"Los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en la mente. Y es también en la mente, sólo en la mente, donde se cometen los grandes pecados. "

"La única diferencia entre un capricho y una pasión de por vida es que el capricho dura algo más. "

"La humanidad se toma a sí misma demasiado en serio. Es el pecado original del mundo. Si los hombres de las cavernas hubiesen sabido reír, la historia hubiese sido distinta"
Lord Henry interpretado por Colin Firth en una adaptación de la novela al cine
"El placer es muy distinto a la felicidad. Quiero decir que algunas cosas son más valiosas porque no duran."

"Las mujeres representan el triunfo de la materia sobre la inteligencia,exactamente como los hombres representan el triunfo de
la inteligencia sobre la moral"

"Los que no aman más que una vez en la vida son los verdaderamente superficiales. Lo que ellos llaman su lealtad y su fidelidad,
lo llamo yo sopor por la costumbre o falta de imaginacion"

"Un cigarrillo es el modelo perfecto del perfecto placer. Es exquisitoy le deja a uno insatisfecho. ¿Qué más se puede desear?"

"Los cánones de la buena sociedad son, o deberían ser, los mismos que los cánones del arte. La forma es absolutamente esencial. La vida social debe tener la dignidad de una ceremonia, y también su irrealidad, y combinar la insinceridad de una comedia romántica con el ingenio y la belleza que la dotan de encanto para nosotros."

lunes, 17 de febrero de 2014

Leyendas y mitos de la sierra peruana: los pishtacos

Lituma de los Andes es una de las novelas más representativas de Mario Vargas Llosa, incluso fue elegida dentro de una lista de las 100 mejores novelas en español hecha por el Diario El Mundo. En esta novela se trata mucho la mística andina, los mitos y leyendas rurales toman parte muy importante de la trama principal y son la causa más relevante del final. Aparte de la creencia en los Apus, un mito que se muestra como verdadero en la novela (esta novela tiene influencias del realismo mágico) es el de los pishtacos. A continuación mostraré un pequeño cuento incluido en la novela que narra un emocionante encuentro entre hombre y bestia:

Quenka está lejos, en la otra banda del Mantaro, cerca de Parcasbamba. Cuando el río crecía mucho por las lluvias y anegaba los terrenos, el pueblo se convertía en isla, apretujadito en lo alto de la loma y rodeado de chacras inundadas. Bonito pueblo, Quenka, próspero, de sembríos esparcidos por el llano y las lomas. Se daban bien las papas, las habas, la cebada, el maíz y el ají. Los molles, los eucaliptos y los sauces nos defendían de los vientos arremolinados. Hasta los campesinos más pobres tenían sus gallinitas, su chanchito, sus ovejitas o sus hatos de llamas, que pastoreaban en la altura. Yo vivía sin sobresaltos. Era la más festejada entre mis hermanas, y mi padre, principal de Quenka, arrendaba tres de sus chacritas y trabajaba dos, era dueño del almacén, pulpería, botica y taller de herramientas, y del molino donde todos venían a moler los granos. Mi padre fue cargo de las fiestas muchas veces y cada vez echaba la casa por la ventana, trayendo un cura y contratando desde Huancayo bandas de música y danzantes. Hasta que llegó el pishtaco.

¿Cómo supimos que había llegado? Por la transformación del proveedor Salcedo, quien hacía años traía remedios, ropas y utensilios para la tienda de mi padre. Era costeño. Andaba en un camioncito alharaquiento lleno de parches; su motor y sus latas lo anunciaban mucho antes de que los pobladores de Quenka pudiéramos verlo. Todos lo conocían, pero esa vez apenas lo reconocimos. Había crecido y engordado hasta volverse un gigantón. Traía ahora una barba color cucaracha y unos ojos inyectados y saltones. A la gente que se amontonó para recibirlo nos miraba como queriendo comernos con sus ojotes. A hombres y mujeres. A mí también. Una mirada que no se me olvida y que a todos receló.

Vestía de negro, con botas hasta las rodillas y un poncho tan grande que cuando el ventarrón lo bailaba parecía que Salcedo iba a volar. Descargó el camioncito y se alojó, como otras veces, en la trastienda de nuestro almacén. Ya no era el conversador que refería las noticias de afuera y se amigaba con la gente. Se estaba callado, metido en su dentro, y apenas dirigía la palabra a nadie. A unos y a otros les clavaba esa mirada taladradora que a los hombres los hacía desconfiar y las muchachas asustarnos.

Después de estar dos o tres días en Quenka y de recibir la lista de pedidos de mi padre, partió de madrugada. Y al día siguiente bajó al pueblo uno de los muchachos que pastoreaban los rebaños en la altura a anunciar que el camioncito se había salido de la carretera y despeñado en una curva del cerro, camino a Parcasbamba. Se lo veía desde la orilla del precipicio, al fondo del abismo, hecho pedazos.
Con mi padre a la cabeza, un grupo de vecinos, después de grandes esfuerzos, consiguió bajar hasta allá. Regados en círculo, encontraron las cuatro llantas, los muelles, las latas abolladas de las tolvas, la carrocería y pedazos del motor. Pero ni rastro del cadáver de Salcedo. Rebuscaron en la pendiente, pens
ando que habría salido despedido al desbarrancarse el camión. Tampoco apareció. Ni en los escombros del vehículo ni en las piedras del contorno había sangre. ¿Tal vez habría podido saltar cuando sintió que se salía del camino? «Así habrá sido», decían. «Saltó y lo recogió otro camión y estará ahora en Parcasbamba o en Huancayo, curándose del susto.»

En realidad, se quedó domiciliado en Quenka, en unas antiquísimas grutas del mismo cerro en que se desbarrancó, esas que son como colmena de avispas y tienen en las paredes pinturas de los antiguos, Entonces principió a cometer sus fechorías de pishtaco. Se aparecía en las noches, en los caminos, en un puente, detrás de un árbol, al pastor rezagado, a los viajantes, a los arrieros, a los migrantes, a los que llevaban sus cosechas al mercado y a los que volvían de las ferias. Surgía como de la nada, de repente, entre las sombras, sus ojos chisporroteando. Su silueta monumental, envuelta en el poncho volador, los paralizaba de terror. Entonces, con toda comodidad, se los llevaba a su gruta de pasadizos helados y en tinieblas, donde tenía sus instrumentos de cirujano. Los trinchaba del ano a la boca y los ponía a asarse vivos, sobre unas pailas que recogían su sebo. Los desollaba para hacer máscaras con la piel de su cara y los cortaba en pedacitos para fabricar con sus huesos machacados polvos de hipnotizar. Desaparecieron varios.

Luego, un día, se le presentó a don Santiago Calancha, un beneficiador de ganado que regresaba a Quenka de una boda en Parcasbamba. En vez de llevárselo a la gruta, le conversó. Si quería salvar su vida y la del resto de la familia, debía traerle a una de sus hijas para que le cocinara. Y le indicó en cuál entrada de la gruta debía dejar a la muchacha.

Ni qué decir que Calancha, pese a jurarle que obedecería, no cumplió las instrucciones del pishtaco. Se atrincheró en su choza con su machete y un alto de piedras para enfrentarse a Salcedo si venía a robarse a su hija. No pasó nada el primer día, ni el segundo, ni las primeras dos semanas. A la tercera, en medio de un aguacero, un rayo cayó en el techo de Calancha y la casa ardió. Él, su mujer y sus tres hijas murieron carbonizados. Yo vi sus esqueletos. Sí, así mismo parece que murió la madre de Dionisio. A ella yo no la vi, acaso sean habladurías. Cuando, empapados y tristes, los pobladores de Quenka salieron a ver el incendio, mezclado con el silbido del viento y el retumbar de los truenos, escucharon una carcajada. Venía de las grutas donde estaba Salcedo.

Entonces, la próxima vez que el pishtaco pidió una muchacha para cocinera, los vecinos, en cabildo, acordaron obedecerle. La primera que entró a la gruta a trabajar para él, fue la mayor de mis hermanas. Mi familia y otras muchas la acompañaron hasta la entrada que indicó el pishtaco. Le cantaban, le rezaban y había muchos llorosos en su despedida.

A ella no la secó como a mi primo Sebastián, aunque mi padre decía que tal vez hubiera sido mejor que le rebanara la grasa. La conservó con vida, pero volviéndola chulilla de pishtaco. Antes abusó de ella, tumbándola en el suelo húmedo de la gruta y perforándola con su desentornillador. Los aullidos de mi hermana en su noche de bodas se oyeron en todas las casas de Quenka. Después, ella perdió la voluntad y sólo vivía para servir a su amo y señor. Le preparaba con devoción las laguas de chuño que a él le gustaban, y secaba y salaba las lonjas de carne de las víctimas para el charqui que comían con mote, y lo ayudaba a colgar a los sacrificados en los ganchos que Salcedo clavó en la piedra para hacerles chorrear el sebo en las pailas de cobre.

Mi hermana fue la primera de varias que entraron a la cueva a cocinarle y servirle de ayudantes. Desde entonces, Quenka se sometió a su autoridad. Le llevábamos tributos de comida. Se los dejábamos a la entrada de la gruta, y, de tiempo en tiempo, también a la muchacha que pedía. Resignándonos a que, de tanto en tanto, desaparecieran pobladores que el pishtaco Salcedo se llevaba para renovar su provisión de manteca.

¿Hasta que en eso llegó el príncipe valiente? No era ningún príncipe sino un morochuco amansador de caballos. Los que conocen la historia pueden taparse las orejas o irse. ¿Les parece estarla reviviendo? ¿Les da ánimos? ¿Les hace ver que para grandes males siempre hay grandes remedios?

Timoteo, el narigón, supo lo que pasaba en Quenka y vino a propósito, desde Ayacucho, para meterse en las grutas y enfrentársele. Timoteo Fajardo, así se apellidaba. Lo conocí muy bien: fue mi primer marido, aunque nunca nos casáramos. «¿Puede un simple mortal enfrentarse a un entenado del diablo?», le decían. También mi padre trató de desanimarlo cuando él respetuosamente le comunicó su proyecto de meterse a la cueva del pishtaco para arrancarle la cabeza y librarnos de su tiranía. Pero Timoteo se empeñó. Nunca he conocido a nadie tan temerario. Era un hombre bien plantado, pese a ser tan narigón. Hacía latir sus narices como dos bocas. Ésa fue su suerte. «Puedo hacerlo», decía, con qué seguridad. «Sé la receta para acercarme hasta él sin que me sienta: un diente de ajo, una pizca de sal, un pedazo de pan seco, una bolita de caca de burro. Y que, antes de entrar a la gruta, una virgen me orine a la altura del corazón.»

Yo tenía las condiciones. Era joven, estaba intacta y, oyéndolo, me pareció tan valiente, tan seguro de sí mismo, que, sin consultárselo a mi padre, le ofrecí ayudarlo. Había una dificultad, eso sí. ¿Cómo saldría de las grutas después de matar a Salcedo? Eran tan grandes y enredadas que nadie había podido explorarlas del todo. Los pasadizos se desdoblaban, subían, bajaban, se torcían, ramificándose y trenzándose como raíces de eucalipto. Y, además de murciélagos, había galerías con miasmas ponzoñosas que ningún humano podía respirar sin envenenarse.

¿Cómo haría Timoteo Fajardo para salir, después de matar al pishtaco? Su narizota me dio la ocurrencia. Le preparé un chupe espeso, bien picante, con ese ají verde que cura el estreñimiento de los más aguantados. Se tomó toda la olla y se contuvo hasta que su estómago quería reventar. Sólo ent
onces entró a la cueva. Era el atardecer y había sol, pero, a los pocos pasos, Timoteo se encontró a oscuras. Cada cierto rato, se paraba, se bajaba el pantalón, se acuclillaba y ponía un mojoncito. Al principio, avanzaba al tuntún, cubriéndose los ojos con el brazo porque los murciélagos bajaban de los techos a sobarle la cara con sus alas viscosas. Sentía en la piel las hebras de las telarañas. Así estuvo mucho rato, avanzando, parándose a soltar los óbolos de su barriga, avanzando de nuevo. Hasta que divisó una lucecita. Guiado por ese resplandor llegó al aposento del pishtaco.

El gigantón dormía, tendido entre las tres muchachas que le cocinaban. A la luz de unas lámparas encendidas con sebo humano, medio mareado por la pestilencia, vio restos humanos colgados de unos ganchos sanguinolentos, licuando sebo en las pailas borboteantes. Sin perder más tiempo, con su machete cortó de un tajo la cabeza del degollador y remeció a sus chulillas. Éstas, al despertar y ver decapitado a su amo, se pusieron a gritar, enloquecidas. Timoteo las calmó y las hizo recapacitar: las había salvado de la esclavitud y ahora podrían volver a la vida normal. Entonces, los cuatro emprendieron el regreso, guiándose por la estela. de olor que el morochuco había sembrado en su recorrido y que su olfato de perro cazador seguía sin la menor vacilación.


Ésa es la historia del gigantón Salcedo. Una historia de sangre, cadáveres y caca, como todas las de los pishtacos.




miércoles, 12 de febrero de 2014

Dentro del mundo de la dirección: entrevista a joven cineasta

Esta es una entrevista a Sofía Álvarez, estudiante de sétimo ciclo de Comunicaciones en la Universidad de Lima. Ella se va a dedicar a la parte de Audiovisuales, específicamente a la parte de cine. Es una completa cinéfila. Ya ha realizado algunos cortos y tiene varios proyectos por delante.

¿Cómo elegiste dedicarte a hacer cine? ¿Cómo nació tu pasión?
Siempre recuerdo un momento, que era cuando tenía, más o menos, 10 años y me gustaban las carreras “raras”. Entonces quería ser filósofa, nutricionista y cosas así, y vi esta película que se llama Vanilla Sky, la versión americana, y me gustó mucho. Ese tipo de películas me gustaba un montón. Al verla decidí que eso era lo que quería hacer, hacer películas. Primero comenzó como un capricho, porque nadie quería que lo hiciera, pero luego me di cuenta de que realmente quería hacerlo. Entonces empecé a investigar cómo se hacían, a ver cámaras. Pensaba en historias y tenía la necesidad de contarlas.

¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos te gusta de esta etapa formativa?
Lo que menos me gusta es que tienes que gastar un montón de dinero en cursos y hasta en grabaciones y nadie te lo repone después. En contratar actores,  porque los actores suelen ser bien pesados. Eso es lo que menos me gusta. Lo que más me gusta es que te enseñen cómo hacer las cosas. Las partes técnicas no me gustan tanto, de hecho son importantes, pero las que me gustan más son los cursos de apreciación, o de lenguaje audiovisual, o de semiótica, donde te enseñan simbolismo que puedes aplicar en tus películas y cosas así. Esos tipos de cursos me gustan un montón. Porque ya sacas de ahí, te inspiran, son cursos que te inspiran.

Tú ya tienes experiencia creando de historias; has estado involucrada en la realización de varios cortos ¿cómo ese este proceso de creación?
Depende, hay veces en que sólo tienes una idea y empiezas a escribir. Hay otras veces en las que tienes una imagen, por ejemplo, gente en un cuarto; ya ves la ropa de la gente, cómo más o menos quieres que sean los personajes. Es lo único que tienes, no tienes la historia. Entonces, a partir de eso, te preguntas cómo pueden haber llegado a un cuarto que se vea así. También puede ser que hayas visto una película que te haya gustado y quieras hacer algo parecido. Evidentemente, tampoco quieres que sea algo exactamente igual. Piensas “¿qué puedo hacer inspirado en eso?”. Tal vez te gustó un personaje, y puedes desarrollar la vida del personaje. Haces un perfil de suyo y a raíz de eso, imaginas con quiénes se juntaría, y creas nuevos personajes. Luego esos personajes ¿dónde pararían?, ¿qué harían? Así ya tienes más o menos un contexto.

¿Qué es lo más difícil?
Lo más difícil es hacerlo, aunque suene redundante. Porque ya tienes la idea, la escribes, sabes más o menos cómo la quieres desarrollar. Haces una historia y sobre eso contratas gente. Pero en la hora en la que están grabando es recontra difícil porque es muy probable que todo salga mal. Entonces la gente está corriendo por todos lados y, por ejemplo, estás dirigiendo y tienes que estar con 40 ojos en mil lugares, en los que realmente no estás. Entonces, estás grabando algo, y te dicen “oye, los actores tienen que almorzar”. ¡Pero tú estás dirigiendo! Tienes que ver que haya dinero para darles de almorzar. Pero tal vez ese dinero ya lo gastaron para maquillajes. Tienes que estar en mil lugares y nunca falta que la maquilladora llegue tarde o que un actor se pique y diga “yo estoy grabando desde la cinco” y pida que le paguen una hora más. Eso es medio pesado. La parte más difícil para mí es hacer eso, porque que tú tengas una idea y que la desarrolles toma tiempo pero eres tú, entonces es más personal. Depende de ti, que tú lo hagas bien. En cambio, a la hora de ya estar grabando, depende de mil personas que todo salga bien  y no puedes controlar a todas las personas. 

Un par de preguntas que no se pueden obviar son ¿cuáles son tus películas favoritas?
2001: Odisea en el espacio, El árbol de la vida, Mulholland Drive. De hecho no están en orden. Mulholland Drive me gusta más que El árbol de la vida, pero no más que 2001. 2001: Odisea en el espacio creo que es la mejor.

Imagen de una escena de 2001: Odisea en el espacio
¿Qué criterios usas para elegirlas?
Que no las entienda fácilmente, que me compliquen mucho. Es decir, que las vea una vez y no entienda nada o a la mitad de la película esté recontra perdida. Eso me lleva a preguntarme “¿por qué?”. Entonces las veo de nuevo, estoy más atenta a los detalles y luego investigo sobre ellas. Eso es lo que hace que me gusten más. En cambio, si es una película que entendí a la primera fácil no me va a vacilar tanto como otra película que tenga que seguir viendo varias veces para entenderla bien.

¿Cuál ha sido la mejor historia que recuerdes haber visto plasmada en una pantalla?
Hay dos que me han gustado mucho. Inception es una de ellas. ¡¿Cómo te puedes meter en los sueños de las personas?! ¿Cómo haces de eso una película? La puedes escribir pero ¿cómo la haces? La historia es genial. Los personajes son geniales. El personaje de Leonardo DiCaprio tenía todo un trasfondo. El de Ellen Page también. Me gustó un montón eso.

Otra historia que también me gustó un montón fue la de Mulholland Drive. Creo que voy a decir que es mi historia favorita. Es como si la protagonista y la otra chica hicieran un solo personaje y las hubieran dividido.

Siguiendo con el mismo tema ¿cuál es tu director favorito?
Buñuel
Te diría Kubrick porque siempre digo Kubrick, pero en verdad no sé. Me gusta mucho hay pero otros directores que también me gustan, como Buñuel. He dicho tantas veces Kubrick que he olvidado por qué me gusta tanto; es un genio pero creo que ahorita estoy más ligada a Buñuel. Su
manera de dirigir me gusta mucho y siento que fue un cineasta que siempre fue honesto consigo mismo, en sus películas. Incluso en las películas que estaba con productoras grandes y le decían que tenía que contratar a tales actores súper conocidos. Siempre veía la manera de no perder quien era él como artista y eso es muy importante.

¿Tienes alguna debilidad especial por algún actor o alguna actriz?
De hecho me gustan varios. Me gusta mucho Leonardo DiCaprio. De los peruanos me gusta Pietro Sibille. Me gustaría trabajar con él porque es genial. Creo que es el mejor actor peruano. Me gustan también Jack Nicholson y Al Pacino. De mujeres me gustan Marion Cotillard y Naomi Watts.

Naomi Watts en Mulholland Drive
¿Cuáles son tus planes para el futuro? ¿Cómo te ves de acá a 10 o 15 años?
De hecho haciendo películas. Según mi plan de vida, estaría en EE.UU. y ojalá sea con una productora. Una vez que eso ya sea sostenible por mi propio nombre, por mi marca personal, me gustaría hacer algo en Perú, pero no sé si eso sea sostenible.  Me veo no teniendo mucho tiempo libre, estando un poco estresada, fácil más vieja porque voy a estar renegando un montón, pero esencialmente haciendo películas. 

lunes, 10 de febrero de 2014

Honores a un maestro

Siete de octubre del año dos mil diez. Recién levantándome para ir a estudiar. Veo el televisor prendido, como era la costumbre matutina, sin que nadie le diera mayor atención. Cada miembro de la familia abocado en su parte del ritual de preparación del día a día. Pero era un día especial. Muy pocos sabían que ese día se anunciaría al nuevo ganador del Premio Nobel de Literatura. Era así porque el paso de los años había debilitado la ilusión, ya casi por completo, de ver a algún compatriota alzarse con este honorable distintivo. Valgan las verdades, Mario Vargas Llosa fue siempre nuestra única opción.

De repente ese aparato negro pequeño en la cocina recobró esa importancia, casi vital, que obtiene en los partidos de la selección. Era un sueco hablando en un español chancado sobre cartografías de las estructuras del poder e imágenes mordaces de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo. Todos nos quedamos paralizados. Estaban hablando de ese escritor tan reclamado, pero ya casi descartado, para la mayor condecoración que puede recibir un literato vivo. Entonces empezó la alegría: sonrisas, elogios, etc. 

Estoy seguro que varios hogares recibieron con el mismo agrado la interrupción al monótono ritual mañanero. Comenzaron a llover en la tele entrevistas telefónicas, recuentos de la vida del escritor y más elogios. Y es que el autor de La casa verde, La ciudad y los perros, La guerra del fin del mundo y la grandiosa Conversaciones en la catedral se merecía este galardón. Con su poderosa e inconfundible narrativa, plagada de escenarios magníficamente descritos y personajes entrañables, Vargas Llosa se hizo un nombre en el vasto mundo de la literatura.

Vargas Llosa tal vez se había ganado la antipatía de una gran parte de la población peruana. Esto debido a su pasado político. Perdedor de la contienda electoral contra Alberto Fujimori, don Mario fue un acérrimo opositor de la dictadura de la década de los noventas, a tal punto de pedir drásticas sanciones contra el país. Hay quien diría que fue un regalo del cielo que Vargas Llosa perdiera está contienda. Tal vez se hubiera privado al mundo de grandiosas novelas como Lituma en los Andes (ganadora del Premio Planeta en 1993) y La fiesta del chivo (una de mis favoritas personales). 

Diez de diciembre del año dos mil diez. Luego de esta primera algarabía, no solo local, pues la noticia fue aclamada de igual o mayor manera por los españoles, nos trasladamos hasta Estocolmo.  Se espera ya desde hace dos meses la premiación del Nobel de Literatura. Y no sólo por la ceremonia y el famoso banquete, sino también por la expectativa que genera el discurso de don Mario. Y no es por poco. El discurso de Gabo, el último sudamericano en ganar la distinción, fue excepcional y entrañable.

Y vamos a la premiación. Es presentado por el profesor Pert Wasberg. Lo describe  como “ciudadano del mundo”, “poeta épico”, “historiador”, entre otras cosas. Luego de eso, Wasberg ensalzó la obra del escritor, como se acostumbra. Dijo que abarca la rebelión contra el autoritarismo, la búsqueda de la justicia, de la que ha dicho que abarca la rebelión contra el autoritarismo, la búsqueda de la justicia o los fanatismos
y que supone una oda contra los nacionalismos y los intolerantes. Después de estas ciertas palabras fue galardonado el rey Carlos Gustavo de Suecia.


Su discurso Elogio de la lectura y la ficción ha sido emocionante, interesante y muy bien desplegado. Ha hablado de su niñez, de cómo nació su pasión por la escritura. Ha contado que sus primeros escritos han sido “continuaciones de las historias que leía” pues le apenaba que se terminaran o quería enmendarles el final. Ha hablado de los escritores que lo ayudaron a llegar a donde está ahora. Ha hablado de Faulkner, Cervantes, Dickens, Balzac, Tolstoi, Sartre, Camus y muchos más.

Ha hablado de su familia. Ha mencionado a su madre, primer vínculo con la literatura a través de la poesía. Ha hablado de su abuelo y de su tío que lo celebraron y apoyaron a que se dedique a su pasión, que es la literatura. Ha hablado de Patricia, la prima de naricita respingada, en un homenaje que nos ha emocionado a todos. “Mario, para lo único que tu sirves es para escribir”. Este elogio de su esposa quedará grabado en la memoria colectiva de por vida.

Ha hablado del Perú. De su cosmopolitismo, de cómo este le ha ayudado a fortalecer los vínculos con su país, “añadiéndoles una perspectiva más lúcida y la nostalgia que sabe diferenciar lo adjetivo y lo sustancial y mantiene reverberando los recuerdos”. Ha dicho que al Perú lo lleva en las entrañas. Ha hablado de la dictadura y del nacionalismo. Dos cosas que él odia pero que han estado estrechamente vinculadas a su país.

Finalmente, ha hablado de literatura. Dice que el mundo es cruel gracias a las consciencias que forma, a los deseos y anhelos que inspira, al desencanto de  lo real con que volvemos del viaje de una bella fantasía. Esto es porque leer es también protestar contra las insuficiencias de la vida Sin las ficciones  seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad, pues los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción, mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana. 

Les dejo a continuación el citado discurso completo, tanto si quieren verlo o como si quieren leerlo:


jueves, 23 de enero de 2014

J.J. Abrams afirma que el guión de Star Wars: Episodio 7 está terminado


 J.J. Abrams, director del esperado Episodio 7 de Star Wars dio varios datos interesantes sobre esta
entrega en una conferencia de prensa con la Asociación de Críticos de Televisión. Uno de ellos fue la afirmación de que el guión de la película ya está terminado, y que Lawrence Kasdan (guionista en las anteriores entregas de Star Wars e Indiana Jones) y él mismo fueron quienes firmaron este guion y no Michael Arndt (Pequeña Miss Sunshine), pues no se llegó a un acuerdo con respecto a la trama de la película. Así también afirmó que están trabajando duro para poder estrenar la película en diciembre de 2015.

En cuanto al elenco y la trama de la película, Abrams se mostró bastante sorprendido acerca de todos los rumores que están corriendo en torno a éste. Sin embargo, afirma que también le complace que tanta gente esté interesada sobre este nuevo proyecto. Finalmente, el creador de Fringe y Lost confirmó que se ha reunido con Jesse Plemons, quien tuvo un rol importante en la última temporada de Breaking Bad.

Comenzó la temporada de galardones

El domingo 12 de enero comenzó la temporada de premios más populares de este 2014. Destacan el Globo de Oro, el premio del Sindicato de Actores, el del Sindicato de Productores y finalmente, los aclamados Oscar. Las tres primeras ceremonias mencionadas ya se realizaron sin dejar muchas sorpresas. Entre las
películas favoritas de todos estos certámenes se encuentran: 12 Años de Esclavitud, ganadora del Globo de Oro y del premio del Sindicato de Productores como mejor película y máxima favorita para los Oscar; Gravity, ganadora también del premio del Sindicato de productores en un empate inédito, y Escándalo Americano, ganadora del premio a mejor actuación dentro de una película del Sindicato de Actores. Entre otras películas nominadas resaltan Capitán Phillips con Tom Hanks, y El Lobo de Wall Street del aclamado director Martin Scorsese, con la actuación de Leonardo Dicaprio.

En otra categoría importante, el actor favorito para hacerse con el Oscar en un rol principal es Mathew
McConaughey
, ganador del Globo de Oro y del premio del Sindicato de Actores por la película Dallas Buyer’s Club. Entre otros nominados están Leonarod Dicaprio, Chiwetel Ejiofor por 12 Años de Esclavitud y Christian Bale por Escándalo Americano. En cuanto a las actrices principales, la favorita es Cate Blanchett por Blue Jasmine, que también se hizo con el Globo de Oro y el premio del Sindicato de Actores. En los roles secundarios, el caso parece también estar decidido para los hombres, pues Jared Leto se llevó las dos distinciones antes mencionadas, mientras que en el caso de las mujeres parece estar dividido entre Lupita Nyong’o (ganadora del premio de Sindicato de Actores) y Jennifer Lawrence (ganadora del Globo de Oro).

Finalmente, en la categoría en la categoría de serie dramática, no hubo lugar a dudas, pues Breaking Bad acaparó absolutamente todos los premios a los que fue nominada.